Viajar al espacio es el sueño de muchas personas, pero también un gran desafío que requiere una preparación física y mental muy exigente. Los astronautas deben estar en óptimas condiciones para afrontar las condiciones extremas del espacio, como la falta de gravedad, la radiación, el aislamiento o el estrés. ¿Cómo se entrenan los astronautas para estar listos para esta aventura? ¿Qué técnicas y ejercicios utilizan para mantener su salud y rendimiento?
En este artículo te contamos algunos de los secretos del entrenamiento de los astronautas, tanto antes como durante y después de sus misiones espaciales.
Cómo se preparan los astronautas física y mentalmente para ir al espacio
Pruebas físicas
Aunque van cambiando, algunos ejemplos basados en los requisitos de la NASA y de la ESA, que son las principales agencias espaciales que seleccionan astronautas son:
Prueba de natación
Esta prueba consiste en nadar 75 metros en estilo libre y 25 metros en estilo espalda, sin parar ni apoyarse en el borde de la piscina. Además, se debe demostrar la capacidad de flotar boca arriba durante 10 minutos. Esta prueba mide la resistencia cardiovascular, la coordinación motora y la adaptación al medio acuático.
Prueba de resistencia aeróbica
Esta prueba consiste en correr una distancia determinada en el menor tiempo posible, normalmente entre 1,5 y 3 kilómetros. Esta prueba mide la capacidad pulmonar, el consumo de oxígeno y la velocidad.
Prueba de fuerza muscular
Esta prueba consiste en realizar diferentes ejercicios que implican el uso de los principales grupos musculares del cuerpo, como flexiones, abdominales, sentadillas o dominadas. Se evalúa el número de repeticiones que se pueden hacer en un tiempo determinado o el peso máximo que se puede levantar. Esta prueba mide la potencia, la resistencia y la tonificación muscular.
Prueba de equilibrio
Esta prueba consiste en mantenerse sobre una superficie inestable o en movimiento sin caerse ni apoyarse en nada. Se puede usar una tabla de equilibrio, una bola suiza o una cinta de correr inclinada. Esta prueba mide el control postural, la estabilidad articular y la coordinación visomotora.
Prueba de agilidad
Esta prueba consiste en realizar un circuito de obstáculos que requiere cambios de dirección, saltos, giros o desplazamientos laterales. Se puede usar un banco sueco, unos conos, unas vallas o unas anillas. Esta prueba mide la capacidad de reacción, la velocidad de ejecución y la flexibilidad.
Estas son algunas de las pruebas físicas que deben superar los aspirantes a astronauta. Como puedes ver, se trata de pruebas que exigen un alto nivel de condición física y que se adaptan a las condiciones del espacio.
Por eso, es importante que los candidatos se preparen adecuadamente con un plan de entrenamiento específico y una alimentación saludable. Así podrán aumentar sus posibilidades de aprobar las pruebas y conseguir su plaza de astronauta.
El entrenamiento previo al vuelo
Antes de embarcarse en una misión espacial, los astronautas deben pasar por un riguroso proceso de selección y formación que puede durar varios años. Durante este tiempo, los aspirantes a astronautas aprenden materias como ciencia y tecnología espaciales, medicina básica, funcionamiento de la Estación Espacial Internacional (ISS), técnicas de submarinismo o idiomas extranjeros.
Además, deben realizar un entrenamiento físico específico para adaptarse a las condiciones del espacio y desarrollar las habilidades necesarias para realizar sus tareas.
Entre los ejercicios que realizan los astronautas para prepararse físicamente se encuentran los siguientes:
Laboratorio de Flotabilidad Neutra (NBL)
Se trata de una piscina gigante donde los astronautas simulan caminatas espaciales y actividades extravehiculares en modelos a escala real de vehículos espaciales. Los astronautas se sumergen en el agua con trajes especiales que les proporcionan flotabilidad neutra, es decir, que no suben ni bajan. De esta forma, experimentan una sensación similar a la ingravidez y practican cómo moverse y manipular objetos en el espacio.
Lanzamiento de una cápsula de retorno
Este ejercicio consiste en subir a bordo de una cápsula que simula el regreso a la Tierra desde el espacio. La cápsula se lanza desde un barco y se balancea constantemente en el agua. Los astronautas deben cambiar sus trajes presurizados por otros impermeables en el interior reducido del vehículo. Este ejercicio les ayuda a familiarizarse con las situaciones de emergencia y a desarrollar su resistencia física y mental.
Instalación de maquetas de vehículos espaciales
Este ejercicio consiste en aprender el funcionamiento y las partes de los vehículos espaciales que utilizarán en sus misiones. Los astronautas visitan diferentes centros de entrenamiento en Estados Unidos, Rusia, Japón, Canadá y Europa, donde se encuentran réplicas exactas de la ISS, el transbordador espacial o la nave Soyuz. Allí practican cómo operar los sistemas, realizar experimentos o comunicarse con el centro de control.
Pico de precisión con cojinetes de aire
Consiste en deslizarse sobre una plataforma con cojinetes de aire que reduce la fricción con el suelo. Los astronautas deben controlar su movimiento con unos propulsores manuales mientras realizan tareas como ensamblar piezas o resolver problemas matemáticos. Este ejercicio les ayuda a mejorar su coordinación motora, su orientación espacial y su capacidad cognitiva.
Vuelos parabólicos en un KC-135
Este ejercicio consiste en volar en un avión especial que realiza maniobras parabólicas, es decir, que sube y baja bruscamente. Durante estas maniobras, los astronautas experimentan periodos breves de ingravidez (unos 20 segundos) y de hipergravedad (unos 40 segundos). Este ejercicio les ayuda a acostumbrarse a las sensaciones del espacio y a realizar experimentos en condiciones de microgravedad.
Vueltas en una silla giratoria
Este ejercicio consiste en sentarse en una silla que gira a gran velocidad y que cambia de dirección y de inclinación. Los astronautas deben realizar tareas como seguir una luz con la mirada o presionar un botón cuando escuchan un sonido. Este ejercicio les ayuda a mejorar su equilibrio, su percepción visual y auditiva y su tolerancia al mareo.
Además de estos ejercicios específicos, los astronautas realizan otros ejercicios más generales para mantener su forma física, como correr, nadar, hacer bicicleta o levantar pesas. También siguen una dieta equilibrada y un control médico regular para asegurar su salud.
El entrenamiento durante el vuelo
Una vez en el espacio, los astronautas deben continuar con su entrenamiento físico para contrarrestar los efectos negativos de la ingravidez sobre el cuerpo humano. Algunos de estos efectos son la pérdida de masa muscular y ósea, el deterioro del sistema cardiovascular, el debilitamiento del sistema inmunológico o la alteración del ritmo circadiano.
Para prevenir o minimizar estos efectos, los astronautas realizan los siguientes ejercicios:
Ejercicios aeróbicos
Se trata de ejercicios que aumentan la frecuencia cardíaca y respiratoria, como correr, pedalear o remar. Estos ejercicios ayudan a mantener el tono muscular, la resistencia cardiovascular y el peso corporal. Los astronautas utilizan máquinas especiales que se sujetan al suelo con correas o ventosas y que se adaptan a la falta de gravedad. Por ejemplo, la cinta de correr tiene un arnés que sujeta al astronauta al suelo y le permite correr sin flotar.
Ejercicios anaeróbicos
Son ejercicios que implican fuerza y resistencia muscular, como levantar pesas o hacer flexiones. Estos ejercicios ayudan a prevenir la pérdida de masa ósea y muscular, especialmente en las extremidades inferiores. Los astronautas utilizan máquinas especiales que generan resistencia mediante cilindros hidráulicos o bandas elásticas. Por ejemplo, el dispositivo ARED (Advanced Resistive Exercise Device) permite realizar más de 40 ejercicios diferentes que simulan el levantamiento de hasta 270 kilogramos.
Ejercicios de flexibilidad
Se componen que mejoran el rango de movimiento de las articulaciones y los músculos, como estirar, girar o doblar. Estos ejercicios ayudan a prevenir lesiones, contracturas o dolores musculares. Los astronautas realizan estos ejercicios antes y después de cada sesión de ejercicio aeróbico o anaeróbico, siguiendo unas rutinas establecidas por los especialistas médicos.
Los astronautas dedican unas dos horas al día al entrenamiento físico en el espacio, repartidas en tres sesiones: una por la mañana, otra por la tarde y otra por la noche. Además, llevan un registro de sus actividades y sus parámetros fisiológicos (pulso, presión arterial, etc.) para evaluar su progreso y ajustar su plan de entrenamiento según sus necesidades.
El entrenamiento después del vuelo
Al regresar a la Tierra, los astronautas deben enfrentarse a un proceso de readaptación al medio terrestre, que puede durar desde unos días hasta varios meses. Durante este tiempo, los astronautas pueden experimentar síntomas como mareos, náuseas, fatiga, debilidad muscular o dificultad para caminar.
Para facilitar su recuperación y restablecer su salud y rendimiento físico, los astronautas realizan los siguientes ejercicios:
Ejercicios de rehabilitación
Empiezan con ejercicios que ayudan a restaurar las funciones motoras y sensoriales afectadas por la ingravidez, como el equilibrio, la coordinación o la propiocepción. Estos ejercicios se realizan bajo la supervisión de fisioterapeutas o kinesiólogos que diseñan programas personalizados según las necesidades de cada astronauta. Algunos ejemplos son caminar sobre una cinta, subir y bajar escaleras, hacer giros o saltos, o usar una bola de equilibrio.
Ejercicios de recuperación
Luego hacen ejercicios que completan recuperan la masa muscular y ósea perdida durante el vuelo espacial, así como a mejorar el sistema cardiovascular y el metabolismo. Estos ejercicios se realizan con la ayuda de máquinas o pesos libres que proporcionan resistencia y carga al cuerpo. Algunos ejemplos son hacer sentadillas, press de banca, curl de bíceps o remo.
Ejercicios de mantenimiento
Se trata de ejercicios que ayudan a mantener la forma física general y a prevenir posibles lesiones o enfermedades. Estos ejercicios se realizan con regularidad y siguiendo las recomendaciones médicas. Algunos ejemplos son hacer estiramientos, yoga, pilates o natación.
Los astronautas dedican unas tres horas al día al entrenamiento físico después del vuelo, repartidas en dos sesiones: una por la mañana y otra por la tarde. Además, siguen un control médico constante para evaluar su estado de salud y detectar posibles anomalías.
El entrenamiento mental de los astronautas
Además del entrenamiento físico, los astronautas también deben realizar un entrenamiento mental para prepararse para las exigencias psicológicas y emocionales de vivir y trabajar en el espacio. Algunos de los factores que pueden afectar al bienestar mental de los astronautas son el aislamiento, la convivencia con personas de diferentes culturas e idiomas, el estrés, el aburrimiento, la falta de privacidad o la distancia con sus familias y amigos.
Para afrontar estos factores, los astronautas realizan las siguientes actividades:
Evaluaciones psicológicas
Son pruebas que miden el perfil psicológico de los candidatos a astronautas y su capacidad para adaptarse al entorno espacial. Estas pruebas incluyen cuestionarios, entrevistas, simulaciones o juegos que evalúan aspectos como la personalidad, la inteligencia, la memoria, la atención, el razonamiento o la creatividad. Estas pruebas se realizan tanto antes como durante y después del vuelo espacial para detectar posibles problemas o cambios.
Entrenamiento conductual
Tambien realizan técnicas que enseñan a los astronautas a manejar sus emociones, sus pensamientos y sus conductas en situaciones difíciles o conflictivas. Estas técnicas incluyen ejercicios de relajación, meditación, respiración, visualización o autoinstrucciones. Estas técnicas se practican tanto antes como durante y después del vuelo espacial para reducir el estrés, la ansiedad, la depresión o la ira.
Entrenamiento interpersonal
Se trata de habilidades que fomentan la comunicación, la cooperación y el liderazgo entre los miembros de la tripulación y con el centro de control. Estas habilidades incluyen ejercicios de escucha activa, asertividad, negociación, resolución de problemas o toma de decisiones. Estas habilidades se entrenan tanto antes como durante y después del vuelo espacial para mejorar el clima laboral, la confianza mutua y el rendimiento grupal.
Apoyo social
Recursos que proporcionan apoyo emocional y práctico a los astronautas y a sus familias durante su misión espacial. Estos recursos incluyen llamadas telefónicas, correos electrónicos, videollamadas o cartas que permiten mantener el contacto con sus seres queridos. También incluyen actividades recreativas, culturales o educativas que permiten distraerse y divertirse en el espacio. Además, incluyen servicios profesionales como psicólogos, médicos o asesores que ofrecen ayuda y consejo en caso de necesidad.
Los astronautas dedican unas dos horas al día al entrenamiento mental en el espacio, repartidas en varias sesiones según su disponibilidad y preferencia. Además, llevan un diario personal donde reflejan sus experiencias, sentimientos y opiniones sobre su misión espacial.
Conclusión
Como hemos visto, el entrenamiento de los astronautas es un proceso complejo y multidisciplinar que abarca tanto el aspecto físico como el mental. Los astronautas deben estar preparados para afrontar los retos y las oportunidades que supone vivir y trabajar en el espacio, así como para adaptarse al regreso a la Tierra. El entrenamiento de los astronautas es un ejemplo de cómo la ciencia, la tecnología y la psicología se combinan para lograr un objetivo común: explorar el universo y ampliar los horizontes de la humanidad.